Tinoca se sit�a en la costa de Arucas, limitando con el municipio de Las Palmas de Gran Canaria. Este peque�o pueblo costero ha visto incrementar su tama�o por su situaci�n junto a la carretera del norte. Quiz� lo m�s bello del lugar sea contemplar el paisaje costero de sus alrededores, caracterizado por las numerosas playas levantadas, que han quedado como resultado de los movimientos de regresi�n y trasgresi�n marina, y por las abandonadas parcelas de plataneras, que nos hablan de un pasado reciente, en el que la intensidad de este cultivo lleg� a ocupar todos los rincones de nuestra costa.

     La ciudad de Arucas se sit�a en las faltas de la monta�a a la que da nombre. Esta monta�a es un edificio volc�nico del ciclo reciente de formaci�n de la isla, y se alinea con los volcanes de Osorio y Monta�a Cardones. Por su altura, constituye un mirador excepcional en el entorno, desde donde podemos observar, al Este, los barrios de Santidad y Juan XXIII, la Monta�a de Cardones y su pueblo, el cr�ter de la Angostura y, al fondo, los volcanes de La Isleta y la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; al Norte, las extensas fincas de plataneras, la costa y el Atl�ntico; al Oeste, las plataneras de la Finca de la Marquesa y numerosos estanques, la monta�a de Gu�a y, tras �sta, la Monta�a de G�ldar; al Sur, las cumbres de Gran Canaria y, en un plano m�s cercano, el Lomo Jurg�n, la monta�a de Los Picachos y el Lomo Riqui�nez, y, entre estos, la f�rtil Vega de Arucas. Ya al pie de la monta�a, la ciudad de Arucas, con su majestuosa iglesia neog�tica y su casco antiguo.

     Un paseo por el casco hist�rico de Gu�a nos llevar� a contemplar hermosos ejemplos de la arquitectura civil y religiosa canaria, lo que le vali� su consideraci�n como Conjunto Hist�rico Art�stico. Iglesias, ermitas, conventos, calles adoquinadas, grandes patios interiores, ventanas y puertas enmarcadas en canter�a hablan de un pasado en el que este lugar jug� un papel muy importante en la econom�a de la zona. Este pueblo vi� nacer al famoso escultor Luj�n P�rez, del se guardan bellas im�genes en el interior de la Iglesia.

     G�ldar se eleva sobre f�rtiles vegas dominadas por el cultivo del pl�tano, bajo el edificio volc�nico del mismo nombre. Sus or�genes se remontan a la �poca precolonial, de la cual se guardan importantes vestigios, ya que fue capital de la isla y corte de sus guanartemes. Entre los bienes arquel�gicos destacan la Cueva Pintada y el poblado de El Agujero y La Guancha, referentes de la prehistoria insular. En esta ciudad podemos visitar la Casa-Museo del pintor Antonio Padr�n, que guarda buena parte de la producci�n pict�rica de este artista, as� como la Iglesia de Santiago de los Caballeros, donde se encuentra el Museo de Arte Sacro que custodia piezas singulares de la historia de Gran Canaria. En el mismo centro hist�rico se puede admirar la Casa Consistorial, con sudrago centenario, considerado el m�s viejo de la isla. Otros monumentos son la Casa Verde de Aguilar y la Casa del Capit�n Quesada.

     La villa de Agaete es, por excelencia, el pueblo pesquero del noroeste grancanario. En su puerto pesquero, hoy tambi�n centro de comunicaciones mar�timas con la isla de Tenerife, se encuentra la Ermita de Las Nieves, que acoge uno de los tesoros pict�ricos del arte flamenco en Canarias: el Tr�ptico de Las Nieves. Entre las blancas casas de la villa siempre existe un restaurante en el que degustar la gastronom�a t�pica del lugar. Si visitamos el pueblo a principios de agosto, disfrutaremos de La Rama, una de las fiestas populares m�s importantes de la isla.

     A los pies de los impresionantes riscos de Tamadaba se sit�an los barrios de San Pedro y La Vecindad de Enfrente, en el Valle de Agaete, donde los cultivos de frutales en las tierras de sorriba del barranco, las bellas casas de arquitectura tradicional y las flores se mezclan haciendo del valle un paraje encantador que pervivir� en la memoria de quien lo visite.