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Escudo de la entidad

Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria
www.mancomunidaddelnorte.org

Situación geográfica
Agaete Artenara Arucas Firgas Gáldar Moya  Aldea de San Nicol�s   Santa María de Guía  Teror Valleseco
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Descripción general de la Mancomunidad
  SITUACI�N Volver al inicio


     La Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria, en la provincia de Las Palmas, está constituida por los municipios de Agaete, Artenara, Arucas, Firgas, G�ldar, Moya, Aldea de San Nicolás, Santa Mar�a de Gu�a, Teror y Valleseco. Estos diez municipios abarcan una superficie de 483 Km.2, que se extienden en la fachada barlovento de la isla, desde el nivel del mar hasta los 1.771 mts. de altitud, en el lugar denominado Cruz de los Moriscos. Esta diferencia de altura ha posibilitado la creaci�n de tres �mbitos bien diferenciados: la costa, las median�as y la cumbre, cada uno con caracter�sticas f�sicas y socioculturales propias, que hacen de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria un espacio marcado por el contraste y la diversificaci�n.

 GEOLOG�A Volver al inicio


     La g�nesis geol�gica de esta comarca est� en los materiales procedentes de los diferentes episodios volc�nicos acaecidos en la isla y que, seg�n las dataciones realizadas, comenzaron hace alrededor de 14 millones de a�os. Durante este periodo se ha producido una alternancia de ciclos, con diferentes etapas, en las que predominaban los episodios constructivos o los erosivos, modelando un relieve con una gran variedad de formas, que manifiestan la magnitud que tuvieron estos procesos en el pasado.

     Este car�cter de diversidad puede apreciarse claramente en la costa, donde encontramos sucesivamente peque�as calas arenosas, tramos con una l�nea de costa rocosa y abrupta, en la que abundan los "charcones", utilizados desde la antig�edad por los abor�genes para tomar sus ba�os, tal y como narran las cr�nicas, as� como grandes acantilados que caen majestuosamente sobre el mar.

     A medida que nos elevamos en altura, encontraremos un paisaje monta�oso, que var�a de unas zonas a otras, y en el que apreciamos diferentes elementos, como conos volc�nicos, coladas, calderas, junto a suaves laderas, terrazas, valles, roques, hollas, etc., que salpican el paisaje, d�ndole una nota de singularidad.

     Otro elemento importante, por su papel estructurador del paisaje, lo constituyen los barrancos, que discurren radialmente desde la cumbre hasta su desembocadura en el mar, y que han sido labrados a lo largo del tiempo por la acci�n erosiva del agua. Hoy custodian un importante legado de vegetaci�n en lugares que han quedado fuera del alcance del hombre.

 FLORA Y FAUNA Volver al inicio


     Si la variedad es la nota dominante en el relieve, no lo es menos en la vegetaci�n, la cual queda condicionada por factores naturales como la altitud, la exposici�n al sol, el tipo de suelo, la topograf�a, la influencia de los vientos alisios, la cercan�a del continente africano, as� como por la intervenci�n humana que, con sus actuaciones, ha alterado la distribuci�n natural de la vegetaci�n. La flora se agrupa atendiendo a sus apetencias ecol�gicas, que en algunos casos son bastante particulares, pues la variedad del relieve hace que existan enclaves con un microclima propio.

     La zona que se extiende entre el nivel del mar y los 300 ó 400 metros de altitud se caracteriza por la escasez de precipitaciones, el influjo marino y la elevada insolaci�n, lo que ocasiona unas comunidades vegetales potenciales, adaptadas de forma natural a estas condiciones, destacando las euforbias macaron�sicas, representadas principalmente por el cardonal-tabaibal. Adem�s, existen otras especies resistentes a la influencia directa del mar, como las siemprevivas, o especies introducidas por el hombre, como las tuneras. As�mismo, son destacables, por su impronta en el paisaje, los palmerales de palmera canaria, creando con su porte unos rincones de gran belleza.

     A continuaci�n, entre los 200 y los 700 metros de altitud, aproximadamente, se sitúa el bosque termoesclerófilo, adaptado a unas condiciones clim�ticas m�s suaves. Se trata de una comunidad vegetal de transici�n entre la anterior y el monteverde, que est� representada principalmente por especies arb�reas y arbustivas como el acebuche, el alm�cigo, el drago o la sabina.

    La Laurisilva es una comunidad vegetal relicta del Terciario, propia del �mbito macaron�sico, principalmente compuesta por especies arb�reas siempre verdes, que se desarrolla en zonas de una gran humedad ambiental por la presencia del mar de nubes. Potencialmente, su �rea de ocupaci�n se extiende desde los 700 metros de altura hasta los 1.500, siempre en el sector de influencia del alisio. En las �reas de laurisilva degradada, o de transici�n hacia zonas m�s fr�as o secas de pinar, se sit�a el Fayal-Brezal, representado principalmente por el brezo y la faya.

     El pinar es la comunidad vegetal que se instala en las zonas m�s altas de la isla, adapt�ndose a condiciones de mayor rigurosidad, derivadas de la altura. Asociados al pino canario existen otros elementos flor�sticos, como la retama, el codeso, la salvia o las magarzas.

     La condici�n insular del archipi�lago canario es la causa que justifica la ausencia de grandes mam�feros en las islas, pues el oc�ano supone una barrera infranqueable para ellos. Los invertebrados est�n representados por una gran variedad de especies, entre las que algunos representantes son end�micos. Por otro lado, destacan, de entre la fauna vertebrada, la avifauna y los reptiles.

     Entre las especies marinas existe una gran variedad ictiol�gica, as� como la presencia de mam�feros marinos que se acercan a nuestras costas.

 ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS Volver al inicio


     La importancia de los recursos naturales de la comarca se pone de manifiesto en el hecho de que en este territorio existen diez espacios naturales protegidos por la Ley de Espacios Naturales de Canarias. Constituyen� una muestra de los principales valores naturales que identifican esta comarca.


Denominaci�n

Caracter�sticas

Reseva Natural Integral de Barranco Oscuro

Peque�o barranco de unos dos kil�metros de longitud, en el que reside un� relicto de laurisilva.

Reserva Natural Especial del Brezal

La mayor reserva de monteverde de Gran Canaria, representado principalmente� por especies como el laurel, el acebi�o, la faya, el brezo y el granadillo.

Reserva Natural Especial de Azuaje

Destacan los h�bitats de laurisilva, fayal-brezal y rup�cola, as� como la fauna asociada.

Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya

Es el relicto mejor convervado de la Selva de Doramas, caracterizado por la existencia del til.

Parque Natural de Tamadaba

Pinar�sobre un macizo antiguo, situado en el noroeste de la isla.

Parque Rural de Doramas

Situado sobre el espacio que ocupaba la antigua Selva de Doramas, alberga asentamientos rurales de un gran inter�s etnogr�fico.

Monumento Natural de Amagro

Destaca por la composici�n geol�gica de sus materiales y por las comunidades vegetales que alberga.

Monumento Natural de Monta��n Negro

Espacio volc�nico, ejemplo de los �ltimos episodios volc�nicos datados de la isla.

Paisaje Protegido de Pino Santo

Paisaje rural en el que es posible observar peque�os asentamientos asociados a las actividades agr�colas.

Paisaje Protegido de Las Cumbres

Paisaje�modelado por la actividad ganadera, en las cumbres de la isla.

 HISTORIA Volver al inicio


     La Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria se haya enclavada en� el noroeste de la isla. Este espacio posee unas caracter�sticas geogr�ficas que han posibilitado el asentamiento de poblaci�n desde el momento en que arribaron a la isla las primeras comunidades abor�genes. Un amplio y variado patrimonio hist�rico-cultural� da testimonio de ese rico pasado, que se remonta a m�s de�dos mil a�os de antig�edad.�

     La influencia de los vientos alisios, cargados de humedad tras su paso por el Oc�ano Atl�ntico, hacen que la zona norte de la isla sea la Gran Canaria h�meda, en la que se localizan las tierras de mayor fertilidad, con vegas que han ofrecido desde siempre los suelos m�s aptos para la agricultura y las mejores condiciones de riego,�dada la ya desaparecida abundancia de agua del pasado. Si bien las excesivas roturaciones� tuvieron la terrible consecuencia de la desaparici�n de amplias masas forestales de una gran variedad y riqueza bot�nica, tambi�n contribuy� al modelado de un paisaje en el que es perfectamente apreciable la huella del hombre y el uso racional que �ste ha hecho a lo largo de los siglos de los recursos que el medio le ha ofrecido.

     Las comunidades prehisp�nicas que habitaron esta zona gozaron de una gran organizaci�n econ�mica y social, apreciable� en los numerosos yacimientos arqueol�gicos y los restos� f�siles encontrados en ellos. �stos abarcan una amplia amalgama de objetos muebles, como la� cer�mica, caracterizada por la gran variedad de formas y la depuraci�n de la t�cnica alcanzada, los �dolos, las pinturas rupestres, as� como� restos vinculados a ritos funerarios y a la momificaci�n, por citar algunos ejemplos.

     Si bien los yacimientos arqueol�gicos m�s reconocidos se encuentran en las tierras llanas y f�rtiles cercanas a la costa, como los poblados de tierra seca de Arehucas, Ag�ldar y Agaete, las necr�polis de La Guancha y el Maipez de Agaete, las pinturas rupestres de la Cueva Pintada de G�ldar y� los silos del Cenobio de Valer�n,�Cenobio de Valerón tambi�n quedan vestigios de este tipo en zonas del interior, como el poblado de La Guancha, en Firgas, y La Monta�eta, en Moya. Todo ello no hace m�s que dar prueba del protagonismo que desde el pasado m�s remoto ha tenido el Norte en el desarrollo econ�mico y social de la isla.

     Durante la Conquista de la isla, acaecida entre los a�os 1478 y 1483, el norte fue escenario de algunos de los episodios m�s significativos de este proceso, destacando los protagonizados por el m�tico caudillo Doramas, el apresamiento de Diego de Silva en la cuesta que lleva su nombre en Gu�a. De esta �poca data uno de los episodios religiosos m�s relevantes de la isla con la aparici�n de la virgen del Pino, que sit�a desde esos momentos en Teror el patronazgo de la isla y de la di�cesis de Canarias. Este es un aspecto muy importante en una sociedad cat�lica que, incluso en la actualidad, sigue despertando gran devoci�n en miles de feligreses que cada a�o visitan a su patrona.

     Tras la conquista se producen los repartimientos de tierras y aguas, y comienza la llegada de los colonos. La agricultura se convierte en el motor econ�mico de la isla. El siglo XVI tiene como protagonistas el cultivo y exportaci�n de la ca�a de az�car, cuya decadencia se produce en el siglo siguiente. Testigo actual de la importancia que este cultivo tuvo en el pasado podemos encontrarlo en el municipio de Arucas, con la f�brica de ron Arehucas, cuyo museo ejerce un gran atractivo entre los visitantes. Tras la crisis de la ca�a de az�car se van introduciendo otros cultivos de abastecimiento, como la papa y el millo, productos que desempe�aron un papel muy importante en la dieta de los canarios y que a�n hoy en d�a� constituyen la base de� muchos platos de la gastronom�a t�pica de la zona. De su importancia dan testimonio la cantidad de molinos que se hayan diseminados por toda la geograf�a de la comarca.

     En el siglo XIX se introducen dos nuevos cultivos de exportaci�n, el pl�tano y el tomate, los cuales, adem�s de incentivar la econom�a de la zona, pondr�n una nota peculiar en el paisaje, dominado por las grandes fincas de plataneras y todos los elementos asociados a su producci�n y a la exportaci�n: obras� de ingenier�a hidr�ulica, bancales, alpendres, almacenes, etc. Coincidiendo con la bonanza econ�mica de este periodo, se encuentran obras arquitect�nicas representativas de� este siglo en los cascos hist�ricos de los municipios de la Mancomunidad, como son los de G�ldar, Arucas o Gu�a.

     Durante el siglo XX, la platanera mantiene su protagonismo en los municipios�costeros, si bien en las median�as se advierte un predomino de otros cultivos, como la papa, el millo, las hortalizas y los frutales para el abastecimiento de la zona. Esto da lugar a un paisaje agrario salpicado de peque�as fincas af�n con la estructura de la propiedad de la tierra, distribuida entre peque�os y medianos propietarios, como consecuencia de las continuas reparticiones� a las que se ha visto sometida desde siempre esta zona.

 PATRIMONIO Volver al inicio

Patrimonio arqueol�gico


     El Norte de Gran Canaria es una de las zonas m�s ricas de la isla en cuanto al n�mero y la relevancia de sus yacimientos arqueol�gicos, ya que en este espacio geogr�fico se situaba parte�del guanartemato de Agáldar, uno de los dos en los que se� hallaba dividida la isla en el momento de la llegada de los espa�oles. La importancia de estos yacimientos est� en sus dimensiones y en la informaci�n aportada. Si bien hay yacimientos que destacan por su� fama, como el complejo de la Cueva Pintada, La Guancha o el Cenobio de Valer�n, tambi�n existen otros cuya contribuci�n al conocimiento de la cultura prehisp�nica de la zona ha sido importante.

Patrimonio etnogr�fico


     La temprana ocupaci�n de los� municipios de la Mancomunidad del Norte� ocasion� un fuerte aprovechamiento de los recursos naturales para la subsistencia de la poblaci�n. El paisaje ha quedado as� modelado por estos usos, de forma que est� pleno de elementos etnogr�ficos que jugaron un papel preponderante en el desarrollo econ�mico de� �pocas precedentes.De ellos destacan en el paisaje los bancales construidos para sortear las dificultades que ofrece la orograf�a� a la actividad agr�cola, las obras de ingenier�a hidr�ulica para el buen aprovechamiento y utilizaci�n racional del agua, los molinos, hornos de cal, hornos de tejas, arquitectura popular, alpendres, muelles y una amplia variedad de elementos de diferente uso, a los que hay que a�adir una red de caminos reales y senderos, que desde siempre han utilizado sus habitantes para� desplazarse.

Patrimonio arquitect�nico


     El patrimonio arquitect�nico de estos municipios abarca una variada tipolog�a de edificios de arquitectura civil y religiosa que se remonta al siglo XVI y con representaci�n de los principales estilos y corrientes art�sticas: Renacimiento, Barroco, Neoclasicismo, Neog�tico, Modernismo y Racionalismo, entre otros. Merece menci�n especial la arquitectura popular canaria, por la importancia que posee en el paisaje rural agrario de la comarca.

     Asimismo, destacamos los conjuntos de casas-cueva existentes en la zona, que por sus caracter�sticas geol�gicas permit�a su excavaci�n para la creaci�n de� viviendas de arquitectura tradicional en �pocas pasadas. La calidad de� estas construcciones ha hecho al conjunto de Barranco Hondo de Abajo merecedor de la declaraci�n de Conjunto Hist�rico.

     La Mancomunidad del Norte cuenta con cinco conjuntos hist�ricos declarados Bienes de Inter�s Cultural, as� como otras doce declaraciones de�elementos arquitect�nicos destacados, am�n de m�s de veinte expedientes incoados, pendientes �nicamente del tr�mite de aprobaci�n.

Patrimonio art�stico


     En el aspecto cultural hay varias figuras que sobresalen en el panorama art�stico de la Mancomunidad y que han contribuido� con sus obras a enriquecer el panorama cultural de la isla y del archipi�lago. En pintura podemos mencionar a Antonio Padr�n, pintor indigenista del siglo XX, con un museo en G�ldar en el que poder admirar su obra, o pintores actuales como Pepe D�maso.

Obra de Antonio Padrón     Como escultores resaltan Luj�n P�rez,� nacido a finales del siglo XVII en el municipio de Gu�a y que est� considerado uno de los imagineros de mayor proyecci�n de Canarias, y Manolo Ramos, escultor aruquense del siglo XX reconocido internacionalmente por su obra, que puede ser contemplada en varios templos de la Mancomunidad, como los de Santa Mar�a de Gu�a, Teror y Arucas.

    Destacan en el panorama literario el poeta Tom�s Morales, natural de Moya, o el can�nigo Graciliano Afonso, del municipio de Santa Mar�a de Gu�a.

 GASTRONOM�A Volver al inicio


     La diversidad de este territorio� produce una amplia gama de productos que mediante su elaboraci�n crean una gran variedad de platos. El queso es uno de los m�s afamados productos de las median�as de la comarca, con una tradici�n de siglos. La carne de cabra, de cabrito y de cerdo son platos habituales en el men� de cualquier restaurante. Ya en el litoral, el pescado y los mariscos constituyen la base de la gastronom�a local. La vieja, la sama, la breca, el medregal, las sardinas y las caballas constituyen por sus excelencias las preferencias del consumidor. Las papas con mojo, los potajes y la gran variedad de frutas procedentes de los cultivos de la zona complementan la oferta gastron�mica, a lo que se suma la reposter�a, con una gran variedad de dulces.

 FIESTAS Volver al inicio


     Una pieza fundamental de la plasmaci�n de la cultura popular lo constituyen las fiestas, que en el caso del norte de Gran Canaria est�n representadas por una amplia gama de eventos l�dicos festivos.

La Rama (Agaete)      Cada municipio celebra la festividad� en honor a sus respectivos Santos Patronos, en las que se entremezclan la cultura popular y el fervor religioso. Dichas celebraciones poseen un variado programa de actos. Uno de ellos es la romer�a, celebraci�n en la que los romeros, ataviados con los trajes tradicionales, bailan al son de los grupos de m�sica tradicional, compartiendo comida y bebida.

     El Carnaval es una de las fiestas m�s esperadas en todos los municipios, celebrándose variados actos de gran� participaci�n popular, que se desarrollan a lo largo de varias semanas, en periodo invernal.

     Por �ltimo, debemos� se�alar la existencia de las fiestas de la Rama, mediante la cual se cumple la tradici�n ancestral de cortar la rama en el monte para agitarla en el mar invocando a la lluvia. De ellas,� la del municipio de Agaete, celebrada cada 4 de agosto, es una de las fiestas de mayor tradici�n popular y� participaci�n de las Islas.


CALENDARIO FESTIVO

Fecha

Municipio

Celebraci�n

Junio 28 y 29 Agaete (El Valle) San Pedro
Agosto 4 Agaete La Rama
Agosto 5 Agaete Las Nieves (Patrona)
Junio (todo el mes) Arucas San Juan Bautista (Patrono)
Mayo (finales) Firgas San Luis Gonzaga
Agosto (mediados) Firgas San Roque
Julio G�ldar Santiago de los Caballeros (Patrono)
Junio Moya San Antonio (Patrono)
Febrero 2 Moya La Candelaria
Septiembre 9 S. N. de Tolentino Bajada de la Rama
Septiembre 10 S. N. de Tolentino San Nicol�s
Septiembre 11 S. N. de Tolentino EL Charco
Agosto (primera quincena) Sta. Mar�a de Gu�a Nuestra Se�ora de Gu�a
Septiembre (tercer domingo) Sta. Mar�a de Gu�a Romer�a de Las Mar�as
Septiembre (primera quincena) Teror El Pino
Septiembre 8 Teror Romer�a y Ofrenda del Pino
Abril 5 Valleseco San Vicente Ferrer
 ACONTECIMIENTOS RELIGIOSOS Volver al inicio


     El patrimonio eclesi�stico del norte de Gran Canaria auna los mejores exponentes de la arquitectura de estas� edificaciones en la Isla, localizadas en sus m�ltiples iglesias, ermitas y conventos. Por su importancia, debemos�destacar el Santuario de Nuestra Se�ora del Pino, en Teror, sede de la Patrona de la Dioc�sis de Canarias y centro de peregrinaci�n m�s visitado de la isla. La� festividad de la Virgen del Pino constituye el m�ximo exponente de la devoci�n mariana de la Isla.

      Los otros municipios celebran la festividad de sus patronos con igual devoci�n.Suelen tener una trascendencia m�s all� de lo puramente religioso, ya que anima toda la vida cultural del municipio o del barrio en el que se celebran.

     El municipio de G�ldar celebra la festividad del Ap�stol Santiago a�os tras a�o y, cuando coincide con a�o Jacobeo, se celebra con especial intensidad, realiz�ndose una peregrinaci�n desde los otros municipios de la isla, para conseguir el Jubileo Plenario. Esta peregrinaci�n se ha consolidado, tras la del Pino, en la segunda en importancia de Gran Canaria.

      La celebraci�n de la Semana Santa y del Corpus Christi constituyen otra oportunidad para conocer el valioso patrimonio eclesi�stico que poseen las iglesias de la zona. Las procesiones, en el primer caso, y la realizaci�n de alfombras de flores, serr�n te�ido o sal en las calles, en el segundo, constituyen los m�ximos exponentes, en estas fechas, del fervor religioso de los habitantes de la zona.

 DEPORTE Y OCIO Volver al inicio


      Esta zona ofrece m�ltiples posibilidades para la pr�ctica de� deportes alternativos, como el senderismo o la bicicleta de monta�a, los cuales pueden ser practicados al tiempo que se disfruta de parajes de gran belleza. Otros deportes como el ala delta, la escalada y el parapente se practican habitualmente en la zona.

     Por otro lado, el litoral norte�o, con sus� condiciones de vientos, oleaje, la orograf�a de los fondos, la fauna marina, etc., da las condiciones �ptimas para la pr�ctica del surf, el submarinismo, la pesca y la vela.

 

  © Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria. 2001
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